Ahora ya es independiente. Es una etapa de frustración, terquedad y rabietas. Aunque entiende lo que dices, es difícil de razonar con él.
Hay que armarse de paciencia y pensar que está en un momento de muchos cambios, algunos de ellos como
el paso de la cuna a la cama, el orinal, hacer frente a sus miedos, cambios en
la guardería, las rabietas, nuevos hábitos de higiene, vestirse solit@s, etc…
un sinfín de actividades nuevas.
En esta etapa, están construyendo su personalidad y su autonomía.
¿Dónde llegan los límites? Les encanta el desafío. Por eso se opone a lo
que le ordenas o intenta hacer lo contrario.
La etapa del “no”. Es bueno que el niño descubra por sí mismo esa autonomía, pero no puedes permitir que tu pequeño se salga con la suya. En general, los caprichos no deben reprimirse con actitudes agresivas, que dan el peor de los ejemplos, sino utilizando un tono y una actitud conciliadora. También está prohibida cualquier forma de burla: el niño siempre debe ser respetado.
Investigar sin parar. Su curiosidad se ha multiplicado. Necesita explorar todo lo que le rodea, no deja de comparar, probar, manipular… Pero no tiene conciencia del peligro. En esta etapa debes tener más cuidado y estar alerta.
¿Egoístas? Se vuelven posesivos, les cuesta mucho prestar sus cosas y consideran que todo les pertenece. No han desarrollado aún la capacidad de entender que el mundo no gira en torno a ellos. Todavía no pueden comprender que las demás personas, también tienen necesidades y deseos que son diferentes a los suyos. Parece algo muy fácil de entender, el “compartir” para ellos es una misión imposible.
Interrupciones. Quiere ser el centro der atención de las personas que le rodean. Por eso, cuando conversas con otros padres, constantemente está interrumpiéndote pidiéndote atención hacia él.
Volver a repetir. Cuando algo les gusta, les encanta repetir esa experiencia una y otra vez, ya sea un juego, una acción, un libro, una canción, película, cualquier cosa. Por eso aprenden, imitando y aprendiendo.
No a las preguntas complicadas. Se les debe preguntar cosas concretas, para que pueda responder con un simple “sí o no”, ya que sus palabras aún son limitadas, puede que algunas palabras aun no entienda, no es que no quieran contestar, es que la pregunta aún no está adecuada para ellos.
Se vuelven tímidos. Aunque ha adquirido una cierta autonomía de movimiento o de palabras, no está capacitado totalmente para reaccionar de forma positiva ante extraños o “poco conocidos”. Cuando no les interesa conversar o hacer caso ahora huye, ya no llora, si no evita o ignora. Es preferible no darle una excesiva importancia a su comportamiento. No le obligues a dar besos a gente extraña o poco conocidos para él, dale un poco de tiempo, actúa con normalidad, acabara siendo amigable.
Para que todo esto sea más llevadero, debemos crear rutinas, ya que esto ayuda a que el niñ@ sepa que ocurre en
cada momento aportándole seguridad. Nunca reaccionar con violencia, ante una
rabieta, es preferible “ignorarlo”,
hacerle entender que con esa actuación no se le hará caso.
Mostrarle afecto, dedicarle tiempo, para mostrarle lo que es el cariño y estimular el vínculo y la confianza. Empezar a crear normas y limites, pocos y fáciles, para que el niño pueda ir cumpliéndolas poco a poco.
Mostrarle afecto, dedicarle tiempo, para mostrarle lo que es el cariño y estimular el vínculo y la confianza. Empezar a crear normas y limites, pocos y fáciles, para que el niño pueda ir cumpliéndolas poco a poco.
Por suerte es una fase pasajera, resulta difícil, desesperante y agotadora, pero tranquilos pasa rápido !!, hay ciertas actitudes y comportamientos que debemos tener con el niño para que aprenda a controlarse y esa etapa sea más llevadera.
No hay comentarios:
Publicar un comentario